El Ayuntamiento de Vinaròs convocó un concurso público para la ordenación de una gran área del municipio, y establecer un nuevo polo de encuentro y actividades al aire libre.

La propuesta presentada por Roger Montoto, en colaboración con el estudio Casamor-Gabas-Ribas, resultó finalista entre decenas de candidatos.

El nuevo Parque Central, a pesar de su gran dimensión respecto al municipio al que pertenece, busca la integración en el tejido de la ciudad, mediante una topografía plana y la continuidad de la trama urbana.

De este modo se generan nexos de conexión entre diferentes ámbitos, y permite consolidar el futuro crecimiento urbano de Vinaròs, dotando a la ciudad un nuevo espacio de centralidad que relacione los equipamientos municipales y los usos culturales que se apoyarán en el Parque Central de Vinarós.

El ámbito se proyecta a partir de la manipulación de imágenes y referentes de espacios naturales autóctonos principalmente agrícolas para introducirlos en la ciudad, jugando con las contradicciones entre lo natural y lo artificial. En ningún momento el parque se plantea como la fotografía de un espacio natural. 

Se consideran los cultivos agrícolas, los huertos, los márgenes con plantaciones de almendros, olivos, etc., formando zonas de arbolado autóctono, áreas de huerta y espacios de carácter urbano, todo ello tratado desde la abstracción de formas y funciones que permitan su integración.