Opinión: Arquitectura iterable
La discusión sobre si un edificio es bonito o interesante sea probablemente académica. Ya es más difícil la distinción entre agradable, cómodo, acogedor, acertado, integrado o discreto.
Arquitectura iterable y su integración en el entorno.
Y es que cuando los edificios no son piezas singulares, su integración en el entorno es una más de las funciones que le toca cumplir, al mismo nivel que el programa funcional compuesto por un listado de piezas y metros cuadrados.
No debemos olvidar que la integración no es mimetismo, sino cumplir con una función ambiental, de paisaje urbano. La experiencia nos demuestra que como las buenas zapatos, los edificios los caso un cierto acomodo temporal, y arquitecturas como las de Correa Milà o Mitjans han convertido cómodas, agradables, y fácilmente iterables, sin perder sus valores, conformando una ciudad a la vez interesante, agradable e integradora.
Pero si la arquitectura pertenece al entorno, ¿son los edificios repetibles? Aquella pieza de arquitectura suficientemente potente para apropiarse del entorno es a priori la primera candidata, pero qué sentido tiene la arquitectura singular repetida? La discusión sobre los valores arquitectónicos de la Sagrada Familia puede ser tan larga como la propia obra, pero en un aspecto del acuerdo es inmediato: Dios mío, ¡que no hagan otra!