El objeto de este proyecto es la rehabilitación integral de un bloque de viviendas entre medianeras situado en el barrio del Raval de Barcelona.

El punto de partida ha sido un edificio en estado de abandono, con patologías importantes y una distribución obsoleta para los requerimientos de habitabilidad actuales.

La rehabilitación integral de un edificio de viviendas en el barrio del Raval de Barcelona ​​implica un análisis detallado de la gran diversidad de aspectos a tener en cuenta desde los inicios del proyecto de arquitectura. Es necesario analizar desde la afectación de las obras en el tejido económico, el tráfico o las molestias al vecindario, hasta la implantación de viviendas de calidad espacial y ambiental en un entorno de gran densidad urbanística.

En el proyecto realizado se han tenido en cuenta estos aspectos y se ha avanzado en la planificación de la obra, en el predimensionado y evaluación económica de cada una de las soluciones propuestas, para garantizar que la implantación de las medidas y su efectividad son reales, construibles y optimizadas al máximo, tanto por los recursos disponibles para la obra, como por la calidad formal y constructiva del edificio resultante.

El proyecto plantea la construcción de seis nuevas viviendas pasantes, dos por planta, recuperando las distribuciones clásicas de Barcelona, ​​con dos fachadas y un patio central que garantiza unos niveles adecuados de iluminación y ventilación naturales en todas las estancias.

La planta baja plantea un amplio vestíbulo que se abre con continuidad a un patio de luces, inspirado en la arquitectura tradicional común en todo el tejido del casco antiguo de Barcelona. Se diseña como un elemento exterior descubierto, aportador de ventilación cruzada y de luz natural en todas las piezas de las viviendas. Contiene el núcleo de comunicaciones verticales y resuelve los pasos de instalaciones.

En planta baja dos locales comerciales tienen acceso al patio posterior, y se mantienen las fachadas originales, el plan de cubierta y una parte de los forjados.

Tanto la parte de restauración como la de obra nueva se proyectan a partir de criterios de sostenibilidad y siguiendo métodos de construcción tradicionales, obteniendo como resultado una calificación energética nivel A.

En el diseño de los espacios comunes se ha integrado una mejora de la movilidad en sentido amplio, más allá de la motriz, considerando el acceso y desplazamiento de personas con discapacidad visual o movilidad reducida.

Las soluciones y ayudas se plantean tomando como base un correcto diseño arquitectónico con los complementos
técnicos necesarios: supresión de rampas y desniveles en

los espacios comunes, recorridos adaptados a todas las viviendas, incorporación de luz natural en todos los espacios comunes, uso de dobles pasamanos en los recorrido y escaleras, franjas antideslizantes en el pavimento, señalética adaptada en altura, tamaño e incorporación de Braille, o sensores de movimiento para el control lumínico.

La reforma de una vivienda del siglo XVIII es siempre un reto estimulante, y una oportunidad para redescubrir la historia, las técnicas de construcción y la manera de vivir de otra época.

En este caso, la aproximación al proyecto se hace desde el respeto por la construcción, donde se realizarán los cambios para adaptarla a las necesidades de la vivienda actual, pero se mantendrán materiales y acabados tan cercanos al original como sea ​​posible.

Ha sido necesaria la sustitución de algunas de las vigas de cubierta, y el refuerzo de los techos con una capa de compresión conectada a la madera que no es visible una vez acabada la obra.

Las paredes y muros de fachada se han revestido con mortero de cal, para recuperar la cálida textura original, al tiempo que garantizar que la vivienda transpira para obtener un ambiente interior saludable.

En planta baja se ha colocado la cocina en la parte posterior, reutilizando un antiguo espacio para ganado, y se ha iluminado gracias a un gran tragaluz situado en el techo. Por su parte, la sala de entrada se ha habilitado como comedor y sala de estar.

En la planta primera se ubican los dormitorios, dos de interconectables, y el principal con una configuración abierta, con un baño comunicado y una terraza interior creada a partir de la modificación de la cubierta.

Los acabados interiores se realizan respetando los materiales en crudo. Se ha dejado la madera vista una vez tratada, y la cerámica para los pavimentos interiores y exteriores. 

Se consigue de esta manera un interior sereno y armónico en toda la vivienda.

El proyecto y la obra se han llevado a cabo en colaboración con David Vilarasau, de la empresa S.O.Stenible